Quizá un pequeño germen haya sido la manera que tiene la naturaleza de oxigenarse y de recomponerse.
El coronavirus ha conseguido algo que nadie había logrado antes, las fábricas echan menos humos y hay menos vehículos circulando. Los gobiernos parece que empiezan a colaborar entre ellos, con una misión común, sin importar banderas y colores.
El coronavirus ha conseguido que las personas salgamos en masa a los balcones a aplaudir y a emocionarnos, a que demos el valor que tiene un simple paseo y a darnos la oportunidad de parar y reencontrarnos con nosotros mismos.
Hace tiempo que tengo claro que lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo afrontamos. Y esto vale para la vida personal y para los negocios.
Aunque esta situación acaba de empezar y lo peor seguramente está aun por llegar, todo acabará y entonces será cuando tengamos la oportunidad de decidir si queremos seguir viviendo como hasta ahora o queremos hacer algo distinto.
Si vamos a seguir aplaudiéndonos o volveremos a ignorar las situaciones ajenas
Si vamos a tomar las riendas de nuestra vida o volveremos a hipotecar nuestro tiempo a cambio de un salario
Si vamos a agradecer por lo que tenemos o volveremos a amargarnos por lo que nos falta
Después de todo, paradójicamente en China, los conceptos Crisis y Oportunidad no son tan distintos. Quizá esta crisis sea la gran oportunidad de nuestra vida y que quizá, el Coronavirus no sea tan malo
sin duda esto es una gran oportunidad para corregir errores y creo que España y todos saldremos reforzados de esto
Totalmente de acuerdo contigo, ¡muchas gracias por comentar!
Muy de acuerdo con todo lo que dices Alberto. Esto es una oportunidad y ese debe ser el enfoque…. para poder sacar el lado positivo. Tiempo de aprender, tiempo de retos, tiempo de cambios.
Gracias Helen por comentar. Ojalá aprovechemos la oportunidad!